La felicidad tiene nombre propio. Maite y Alex son ese tipo de pareja que desprende alegría e ilusión. No tenían muy claro el sitio para la preboda, pero daba igual, porque no pararon de mirarse y abrazarse. El bosque estaba tranquilo y todos disfrutamos de una sesión muy agradable.
“La vida me regaló un instante a tu lado, mi corazón decidió que ese instante fuera eterno!”
LOVE forever!