Eu y Soraya son un claro ejemplo de que la Leyenda del Hilo rojo es cierta… que todos tenemos uno anudado al dedo meñique y que el otro extremo está unido a nuestra alma gemela, a la que llegaremos antes o después, por muchas vueltas que la vida quiera darnos.
Y como no podía ser de otra forma, decidieron gritar su amor frente al Mar, azul y poderoso y cuyo sonido nos transportaba a la paz de su inmensidad.
“Las almas que se encuentran y se reconocen nunca se sueltan, ni con la distancia, ni con el silencio ni con las vueltas que da la vida”
LOVE forever!